Se escapó del pentagrama
una nota musical,
y la busca preocupado,
el señor Don Sebastián.
Una flauta traversera
dice que la vio pasar,
muy campante, por su lado,
sin siquiera saludar.
Enojado el clarinete
grita: ¡Eso está muy mal!
Una nota nunca debe
su familia abandonar.
Mientras tanto, ¡cómo busca
el señor Don Sebastián!...
Por arriba, por abajo,
sin dejar ningún lugar.
Y a las doce de la noche
con el último tan… tan…
el maestro, de cansado,
se ha dormido en el sofá.
…Y las horas van pasando
en la sala musical,
y un SOL duerme, como un niño,
abrazado a Sebastián.
sábado, 8 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario