sábado, 8 de noviembre de 2008

A modo de prólogo

Como gotitas de lluvia que van dibujando pequeños charcos, traviesos y caprichosos arroyitos… Como suave lluvia que manda el cielo, llena de sueños y esperanzas, se fue formando, igual, poquito a poco, “GOTITAS DE LLUVIA”.
Cada sílaba, cada palabra, cada verso, es una gotita de amor que ha derramado mi corazón para ustedes… mis queridos niños.

Gotitas de lluvia

A veces, se juntan,
deteniendo el vuelo,
muchos angelitos
en el santo cielo.

Y pasa lo mismo
que pasa en la tierra,
sin querer terminan
armando una guerra.

Se tiran con nubes
que parecen flores,
formando guirnaldas
de siete colores.

Pero,,, lo que ocurre…
sin que se den cuenta,
juegan con las nubes
negras, de tormenta.

Que asustan y espantan
porque son muy feas,
provocando llantos,
gritos y peleas.

Y como los ángeles
no tienen pañuelo,
los llantos se escurren
de a poco del cielo.

…Gotitas de lluvia.
Llanto de angelitos.
Que sean, por siempre,
tres veces benditos.


Fuga en Sol Menor

Se escapó del pentagrama
una nota musical,
y la busca preocupado,
el señor Don Sebastián.

Una flauta traversera
dice que la vio pasar,
muy campante, por su lado,
sin siquiera saludar.

Enojado el clarinete
grita: ¡Eso está muy mal!
Una nota nunca debe
su familia abandonar.

Mientras tanto, ¡cómo busca
el señor Don Sebastián!...
Por arriba, por abajo,
sin dejar ningún lugar.

Y a las doce de la noche
con el último tan… tan…
el maestro, de cansado,
se ha dormido en el sofá.

…Y las horas van pasando
en la sala musical,
y un SOL duerme, como un niño,
abrazado a Sebastián.


La trampera

Soy una trampera
para lauchas y ratones.
Atrapo sólo a curiosos,
inocentes y ¡GLOTONES!...

Pero, nunca llevo encima,
peligrosas intenciones.
Me divierto, solamente,
encerrando a los ratones.

Y después de un largo rato…
¡ABRO LA PUERTA DE PRISA!
…Ellos corren asustados
y yo me muero de risa.

Soy una experta trampera
que caza por diversión.
O estoy loca, de remate,
o me falla el corazón.


El oso piloso

El oso, piloso
con burla reía,
porque nunca frío
su cuerpo sentía.

Bailando, gracioso,
contento vivía,
y en el río helado
pescaba y comía.

¡Pero… cierto día!...
el oso, piloso,
por una epidemia
de un virus famoso,

se quedó lampiño.
Temblando de frío.
Mirando los peces
pasar por el río.

Y sintió vergüenza
de verse desnudo.
Se tapó con hojas
todo lo que pudo.

Y el oso, afligido,
comprendió enseguida
que no hay que burlarse
por nada en la vida.

…Como Dios es bueno,
al virus, famoso,
lo alejó una tarde
del oso, piloso.

Y de aquella tarde
fue un oso distinto,
es decir, un oso,
con prudente instinto.

¡…Y allí está de nuevo
con un pelo hermoso,
pescando, en el río,
el oso, piloso.


El metro

¡ATENCIÓN!... yo soy EL METRO.
Lo digo con todo orgullo.
Puentes, caminos, ciudades
con precisión yo construyo.

En diez partes me divido.
Y también en cien y en mil.
Pero siempre valgo un metro,
de atrás, de frente o perfil.

En Francia me bautizaron
y así marcho por la vida.
Soy principio y soy final
de longitud y medida.

En el olvido han quedado
complicadas mediciones.
Yo soy práctico y sencillo
y no acepto alteraciones.

¡ATENCIÓN!... yo soy EL METRO.
Justo, preciso, cabal…
Me defino en dos palabras:
DIMENSIÓN UNIVERSAL.

Aerolito

Vengo de cielos lejanos.
Del gran espacio infinito.
Envuelto en gases y piedras
y mi nombre es: AEROLITO.

En realidad, ni yo mismo,
sé del lugar que he salido.
Muchos dicen de un planeta
… pero, es algo discutido.

Voy cayendo, en este caso,
por su atracción a La TIERRA.
Mi impacto será tremendo
pues mi cuerpo hierro encierra.

También, un poco de niquel,
forma mi constitución.
Soy mineral, inorgánico,
y en completa combustión.

¡ATENCIÓN!... que ya termina
mi largo y extraño viaje.
Seré, después, estudiado,
como raro personaje.

No olviden cómo me llamo.
AEROLITO… simplemente.
Un meteoro luminoso
que causa asombro en la gente.


Pompas de jabón

Un trompo sueña dormido
que dos alas le crecieron.

Y piensa que por el cielo
va volando en dulce vuelo.

Y gira y gira contento
disfrutando ese momento.

Y repite: ¡Cielo!... ¡Cielo!...
Y repite ¡Vuelo!... ¡Vuelo!...

Y sube y baja en el aire
como un ave con donaire.

Pero, todo se termina
cuando su cuerda culmina.

Y despertando en el suelo
exclama mirando al cielo:

¡Y los sueños, sueños son,
sólo pompas de jabón!...


¡Pobre barrilete!...

¡Pobre barrilete!...
Tiene un hilo roto.
Y va por los aires
sin fuerza… muy flojo…

¡Pobre barrilete!...
Parece borracho.
Si se cae se rompe
como en mil pedazos.
El sol le pregunta:
¿Qué pasa contigo?...
Y él, triste, responde:
¡Se me ha roto un hilo!...

Ya no habrá más chicos,
ni cielos, ni sueños.
¡Adiós ilusiones!...
¡Al suelo me vengo!...

Y el sol, con ternura,
le dice: ¡No temas!...
¡Baja por mis rayos
que van a la tierra!…

¡Pobre barrilete!...
Tiene un hilo roto.
¡Eso es poca cosa!...
¡Ya le pondrán otro!...


¡Perdón… Don Despertador!...

¡Perdón… Don Despertador!...
Pero, respéteme un poco,
usted suena a cualquier hora
como si estuviera loco.

Si lo programo a las ocho,
¿por qué me llama a las nueve?...
Y si lo pongo a las cuatro
la campana ni se mueve.

¡Y no diga que está viejo,
o tal vez que se ha gastado!
¡Un reloj despertador,
hasta el fin es un soldado!...

¡Perdón… Don Despertador!...
Pero, acabó mi paciencia.
¡O marcha, como es debido,
o lo pondré en penitencia!


El gato negro

Todos escapan
del gato negro.
Le tienen miedo
¿por qué será?...
Dicen que es malo
y anda en los techos
con ojos grandes
para asustar.

Que nadie puede
del gato negro,
ni un poquitito
poder confiar.
Porque de un salto
sus largas uñas
saca de prisa
para cazar.

…Dicen que es malo
y anda en los techos
con ojos grandes
para asustar…
Y sin embargo
todas las tardes
viene a mi casa
para jugar.


El trueno

Yo soy EL TRUENO…
que por el eco
mi voz parece
mucho mayor.
Y siembro, a veces,
por tal motivo,
entre la gente
tanto temor.

Yo soy EL TRUENO…
no causo daño,
chocan las nubes
y allí yo estoy.
No tengan miedo,
ni luz provoco,
soy puro ruido
por diversión.

Cuando hay tormenta,
feliz me siento
tocando fuerte
mi gran tambor.
Hasta las aves
buscan sus nidos
cuando yo exclamo
BORON… BON… BON…


Jugando a la ronda

A la ronda, ronda,
de arroz y canela.
Hasta que la luna
no tenga candela.

A la ronda, ronda.
A la vuelta entera.
Sin soltar la mano
de la compañera.

Corre, que te corre.
Siga, que te siga.
De todos los niños
la luna es amiga…

A la ronda, ronda.
A la ronda abierta.
Que la luna buena
se quede despierta.

A la ronda larga
imitando al tren,
con silbato alegre
y CHUFF… CHUFF… también.

A la ronda, ronda,
de luna de fuego,
y en el medio un niño
de gallito ciego.

Ronda, que te ronda.
Tira, que te tira.
La luna ha bajado
y en la ronda, gira.



El cepillo de dientes

Soy EL CEPILLO DE DIENTES.
…Un humilde servidor.
Con un poquito de crema
causo en la boca ¡TERROR!...

Me deslizo suavemente
con atención observando,
y a la placa bacteriana
sin piedad voy anulando.

Además, cada diente,
controlo con todo amor,
retirando los residuos
causantes del mal olor.

Y un masaje a las encías
de paso, brindo, también,
para que nunca se enfermen
y trabajen siempre bien.

Con el SARRO, muchas veces,
me he visto en tremendo apuro;
porque es bravo y resistente,
porfiado, tenaz y duro.

Por eso les sugiero
al dentista visitar,
así ningún enemigo
a traición pueda atacar.

Ustedes… ya me conocen.
¡Adiós!... les digo y me voy.
Por la salud de una boca
hasta la vida yo doy.

Soy EL CEPILLO DE DIENTES.
…Un humilde servidor.


El Martín Pescador

En la orilla del río.
En la parte mejor.
Cava y forma su casa
El Martín Pescador.

Con espinas y púas
sin cansarse jamás,
va forrando su nido
cada vez más y más.

Una parte ha dejado
como sala mayor.
Y otra es pieza, cocina,
y también comedor.

…Mientras tanto, en el río,
sin peligro y temor,
se divierten los peces
prodigándose amor…

Ya termina su casa.
Ya se ha puesto a cantar,
anunciándole al bosque
que él se quiere casar.

En la orilla del río.
En la parte mejor.
Sueña alegre, en su nido,
el Martín Pescador.